
Seguro que lo has oído nombrar y te preguntas qué es el AdBlue®, la solución utilizada en vehículos diésel modernos para reducir las emisiones contaminantes, específicamente los óxidos de nitrógeno (NOx), y cuál es su funcionamiento.
La preocupación global por la contaminación del aire y el cambio climático impulsa la implementación de normativas medioambientales cada vez más estrictas. En Europa, la normativa Euro 6 impone límites rigurosos a las emisiones de NOx para vehículos diésel, y aquí es donde AdBlue® contribuye a un aire más limpio, a la vez que mejora la calidad de vida de las personas en general. Entonces, comprender qué es y cómo funciona el AdBlue® es necesario para cualquier conductor que opere con vehículos diésel, y quiera estar tranquilo respecto al cumplimiento de las normativas vigentes para la reducción de la huella ambiental.
¿Qué es el AdBlue ®?
Para entender qué es el AdBlue® debemos pensar en una solución líquida que se utiliza en vehículos diésel equipados con sistemas de Reducción Catalítica Selectiva (SCR) para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) que contribuyen activamente a la contaminación del aire.
AdBlue® que es una mezcla precisa de un 32,5% de urea de alta pureza y un 67,5% de agua desionizada, tiene el propósito de reducir las emisiones de NOx a través de su uso en el sistema SCR de los vehículos diésel.
¿Cómo funciona el AdBlue ®?
Para entender cómo funciona el AdBlue® que es un aditivo para el combustible, es fundamental saber que esta solución se almacena en un tanque separado y se consume a medida que el vehículo circula. La cantidad de AdBlue® que consume un vehículo depende de su tipo, del motor, del estilo de conducción, y de las condiciones operativas. Por lo general, el consumo es aproximadamente del 3-5% del consumo de combustible diésel.
El uso de AdBlue® en los vehículos diésel permite cumplir con las estrictas normativas ambientales, como la normativa Euro 6 en Europa, que establece límites específicos para las emisiones de NOx.
¿Cómo y cuándo rellenar el AdBlue®?
Dado que el AdBlue® es una mezcla de urea y agua desionizada, debe almacenarse en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar directa y de temperaturas extremas. Su temperatura ideal de almacenamiento está entre -5°C y 25°C. Durante el manejo de AdBlue®, se recomienda usar guantes, ya que aunque no es una sustancia peligrosa, puede irritar la piel. Y asegúrate de no derramar el líquido sobre superficies pintadas o metálicas, ya que puede causar corrosión.
Los vehículos diésel modernos están equipados con un sistema que monitorea el nivel de AdBlue® y alerta al conductor cuando es necesario rellenarlo. La mayoría de los vehículos notifican con suficiente antelación, generalmente cuando el nivel baja a alrededor del 20% de su capacidad total. Ten en cuenta que si el aditivo se agota, el sistema SCR dejará de funcionar y el vehículo podría entrar en modo de seguridad, limitando su rendimiento o incluso impidiendo el arranque del motor.
Así que mantener el depósito lleno y seguir estas prácticas, permiten asegurar una operación eficaz y prolongada del sistema de reducción de emisiones en nuestros vehículos diésel.
Beneficios de AdBlue®



Reducción de emisiones
Con AdBlue®, se transforman gases contaminantes en nitrógeno y vapor de agua, contribuyendo activamente a la mejora de la calidad del aire y la reducción de la huella de carbono de tu vehículo.
Eficiencia Eco-Friendly
Al utilizar AdBlue®, no solo se beneficia el motor sino también el entorno. Este agente reductor no tóxico hace que la conducción sea más ecológica, promoviendo un equilibrio sostenible entre rendimiento y responsabilidad ambiental.
Normativas Ambientales
Elegir AdBlue® significa estar alineado con las normativas EURO 5 y EURO 6, asegurando que tu vehículo cumpla con los estándares más estrictos de emisiones, lo que resulta en un impacto ambiental positivo.

¿Qué es el sistema SCR?
El sistema SCR, o sistema de reducción catalítica selectiva SCR, consiste en una instalación que se realiza sobre los vehículos diésel para reducir la emisión de gases a la atmósfera, concretamente de los óxidos de nitrógeno (NOx) —uno de los compuestos más contaminantes del medio ambiente—. La tecnología SCR actúa mediante una reacción química que transforma el NOx en H2O y en N2.
Con ello, lo que se consigue es que crear dos compuestos que no resultan perjudiciales para el medio ambiente, así como reducir la emisión de gases. La reducción catalítica selectiva se ha convertido hoy en día en una de las soluciones más eficaces para ello, concretamente la que emplea la tecnología SCR. Pero, ¿Cómo funciona exactamente? ¿Cuál es el funcionamiento del sistema de reducción catalítica selectiva SCR?
SCR: Cómo funciona
El sistema SCR actúa provocando una reacción química selectiva ya que, entre todos los gases que salen por del tubo de escape del vehículo diésel, solamente se tratan los que contienen óxidos nítricos, reduciéndolos de manera considerable.
Para ello, lo que hace la tecnología SCR es aumentar la temperatura del catalizador a una media aproximada de 200º y emplear un agente reductor conocido como AdBlue que hace que se produzca la reacción química. Lo que ocurre exactamente es lo siguiente. La bomba del sistema de reducción catalítica SCR dispensa el líquido AdBlue hacia el inyector del sistema. Esto lo hace con una presión de 5 bares. El inyector, que es controlado por la unidad de control del motor (ECU o UCE), inyecta la dosificación necesaria al tubo de escape. Normalmente, la cantidad que se inyecta va en función del estado operativo del motor, la temperatura de los gases de escape el porcentaje de NOX que contienen estos.
A continuación, el agente reductor —AdBlue— es arrastrado por los gases de escape. Estos son diluidos de manera uniforme gracias al mezclador de la tecnología SCR. Lo siguiente es llegar a los catalizadores de reducción. Durante este recorrido, conocido como hidrólisis, el AdBlue se descompone en amoniaco (NH3) y en dióxido de carbono (CO2). Dentro de los catalizadores de reacción —que funcionan a una temperatura de 2000º C— el amoniaco reacciona con los óxidos de nitrógeno y los convierte en nitrógeno y en agua.
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